Edición Julio-Septiembre 2015 / Volumen 13-Número 3

Quiz

Rosa María Lacy Niebla1, María Elisa Vega Memije2, Israel Gallardo Pineda3 y María Fernanda Ortega Springall4

1 Dermatóloga adscrita y jefa del servicio de fototerapia del Departamento de Dermatología.
2 Departamento de Dermatopatología.
3 Médico pasante del servicio social, unam.
4 Médico pasante del servicio social, unam.
Hospital General Dr. Manuel Gea González, Secretaría de Salud, Ciudad de México.

Caso clínico

Mujer de 56 años que presentó una dermatosis diseminada, bilateral y simétrica, que afecta el tronco anterior en la región del pecho y en menor grado el abdomen, así como el tronco posterior en la región interescapular y lumbar, constituida por numerosas vesículas de 1 a 5 mm, de contenido seroso, e incontables pápulas eritematosas y pápulo-vesículas, que se agrupan en placas mal delimitadas, algunas de aspecto urticariforme (figuras 1a, 1b y 1c), asentadas en piel con fotodaño crónico. La dermatosis era muy pruriginosa y tenía tres semanas de evolución.

Figura 1a. Foto clínica 1.

 

Figura 1b. Foto clínica 2.

 

Figura 1c. Foto clínica 3.

La paciente refiere automedicación con permetrina en crema al 5% y loratadina 10 mg/día, sin mejoría de las lesiones. Como antecedente refiere hipertensión reactiva que controla con irbesartán de 75 a 150 mg al día de manera ocasional.

Se indicaron medidas generales del cuidado de la piel con lubricación frecuente, betametasona 0.25 mg combinada con loratadina 5 mg tid por vía oral y 17-valerato de betametasona en crema 0.122% bid, con mejoría parcial; 15 días después, predominaban las pápulas sobre las vesículas.

Se tomó biopsia incisional de una placa de región lumbar izquierda con la impresión diagnóstica clínica de farmacodermia. Las características histológicas se muestran en las figuras 2a y 2b.

 

Figura 2a. Foto histopatológica 1.

 

Figura 2b. Foto histopatológica 2.