Inicio

Global leprosy overview and the COVID-19 pandemic


Aureliano Castillo Solana, Roberto Arenas y Marina Romero Navarrete

Fundación Dr. Roberto Arenas, A.C.

Desde 1954, el último domingo de enero se conmemora el día mundial de la lucha contra la lepra, su objetivo es informar y hacer conciencia en el sector salud y en la población sobre esta enfermedad, considerada por la Organización Mundial de la Salud (oms) como “enfermedad infecciosa desatendida y olvidada”

En agosto de 2021, Yohei Sasakawa, embajador de buena voluntad de la oms para la eliminación de la lepra, lanzó una campaña de concientización llamada “No te olvides de la lepra”, para que no pase desapercibida en medio de la pandemia de covid-19 y garantizar que no se descuiden las necesidades de las personas afectadas por esta enfermedad.1 .

La pandemia global de covid-19 obligó a los gobiernos a replantear su modelo de atención a la salud, los hospitales se reconvirtieron y se destinaron recursos humanos, materiales y financieros no contemplados en su presupuesto.

Por otra parte, en la lucha contra el covid-19 en la región de las Américas al mes de septiembre de 2020 se habían enfermado aproximadamente 570 000 trabajadores de la salud.2 Hasta octubre de 2021, en México el reporte fue de 283 122: enfermeras (38.9%), otros trabajadores de la salud (32%), médicos (25.3%), laboratoristas (2%) y dentistas (1.8%);3 aunado a lo anterior, con el propósito de proteger a las poblaciones en situación de vulnerabilidad que pueden desarrollar una complicación o morir por covid-19, en julio de 2020 la Secretaría de Salud, en coordinación con las secretarías de Economía y del Trabajo y Previsión Social, así como con el Instituto Mexicano del Seguro Social, acordaron que los centros de trabajo ubicados en una región considerada de riesgo epidémico máximo y alto (semáforo rojo y naranja) se quedaran en casa en teletrabajo,4 por lo que una proporción importante del personal dejó de asistir a sus centros de trabajo. Esta situación sigue prevaleciendo ante el repunte en este año con la presencia de la variable ómicron, lo que ha afectado la operación de los programas permanentes de salud, lo cual pone en riesgo los avances obtenidos en décadas anteriores.

El panorama mundial de la lepra mostró una tendencia descendente en la detección de casos nuevos de 2019 a 2020: de 202 166 a 127506, es decir, una disminución de 74 660 casos en 64 países, que representan el 37%. En la región de las Américas el mayor decremento se dio en Perú (67%), le siguieron Brasil (64.5%), Cuba (62%), Costa Rica (60%), México (58%), Colombia y Paraguay (57%), Venezuela (49%), República Dominicana (42%), Bolivia (41%) y Ecuador (16%).5

La situación en México es semejante a lo mencionado antes, en 2019 se identificaron 182 casos y 106 en 2020, durante estos dos años, en menores de 15 años se detectaron nueve casos: cinco en Sinaloa, un caso Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo, con predominio en el sexo masculino (58%), el mayor número de casos se encontró en los grupos de 65 y más y de 25 a 44 años, como se observa en la figura 1.6

Es posible que este descenso en la detección sea más aparente que real y se puede explicar por la disminución en la atención de enfermedades crónicas durante la pandemia

En 1941 el maestro Latapí, en su artículo “Lepra y acción sanitaria”, se pronunciaba por la necesidad de un cambio en los sistemas de profilaxis de la lepra, que había que ver al paciente no como un “caso” ni menos como un “leproso”, sino como una persona enferma que vive, piensa y sufre. Actualmente, para el sector salud los pacientes forman parte del programa de micobacteriosis, se les visualiza como metas a cumplir, el acompañamiento se realiza a partir de su diagnóstico y termina cuando concluye su vigilancia epidemiológica, no está contemplado el seguimiento para los que tienen un grado de discapacidad.

La relación médico-paciente se centra en el conocimiento de su enfermedad, durante su tratamiento, seguimiento bacteriológico e histopatológico y el estudio de contactos, poco sabemos sobre qué piensan de su enfermedad. Recientemente Beatriz Miranda Galarza hizo una recopilación de testimonios desde el Hospital Gonzalo González en Ecuador, en donde don Bolívar Salcedo le dijo a la autora: “Si publica un libro sobre nuestras vidas, ese libro va a ser prestado. No le pertenece, porque las historias son nuestras”.7 Cuánta verdad encierran sus palabras, olvidamos que son seres humanos que a través de la historia y hasta la actualidad son discriminados y marginados por la sociedad en cualquier parte del mundo.

Figura 1. Casos nuevos de lepra en México, 2019-2020

No olvidemos que en todo el mundo la lepra sigue siendo un problema de salud pública, curable, que es muy importante diagnosticarla en etapas tempranas para disminuir las discapacidades y romper la cadena de transmisión.

En los tiempos actuales, donde quiera que haya lepra es urgente la formación de leprólogos prácticos, ya sean médicos, enfermeras o trabajadoras sociales con vocación humanística.

Bibliografía

  1. Naciones Unidas México, Mensaje por el Día Mundial de la Lepra 2022.
  2. OPS-OMS, Cerca de 570 000 trabajadores de la salud se han infectado y 2 500 han muerto por covid-19 en las Américas. Disponible en: https://www.paho.org/es/noticias/2-9-2020.
  3. Secretaría de Salud, covid-19 México, Personal de Salud, 25 de octubre de 2021.
  4. Gobierno de México, Criterios para las poblaciones en situación de vulnerabilidad que tienen mayor riesgo de desarrollar una complicación o morir por covid-19 en la reapertura de actividades económicas en los centros de trabajo, versión 3.0, 1 de junio de 2021.
  5. World Health Organization, The global health observatory, Number of new leprosy cases, Last update 2021-09-13.
  6. Secretaría de Salud, Casos nuevos de lepra (A30) por grupos de edad 2019 y 2020.
  7. Miranda Galarza B, Nuestra historia no es mentira. Vivir con “lepra” en Ecuador, Colección Diecisiete 9, Quito, 2017