Edición Enero-Marzo 2016 / Volumen 14-Número 1

The future of infectious dermatology versus genes and immunity

En el volumen 13, número 3 de 2015 de esta revista aparece un comentario muy novedoso y apropiado de la doctora María Teresa García-Romero, y que a la vez desarrolla con motivo de una publicación reciente en una revista de investigación dermatológica y de influencia internacional, y que bien vale la pena difundir en nuestro idioma (García-Romero, M.T. y Arenas, R., “New insights into genes, immunity and the occurrence of dermatophytosis”, J Invest Dermatol, 2015, 135 (3): 655-657).

Para quienes nos dedicamos preferentemente al estudio de los hongos y las enfermedades que producen, no es noticia saber que estas infecciones, sobre todo las micosis superficiales, son muy frecuentes, se presentan a cualquier edad y en cualquier área geográfica. Por este motivo, todos los que nos dedicamos a la dermatología debemos estar enterados de su cuadro clínico y sus agentes causales, pero ahora también debemos informarnos de sus mecanismos fisiopatológicos y de sus interacciones con la genética y la inmunidad.

Siempre se mencionan causas predisponentes como la diabetes y el síndrome metabólico, entre otras, pero ahora no son menos importantes la inmunidad innata o adaptativa, o las alteraciones en receptores Toll, en citocinas y en los genes que se relacionan con enfermedades micóticas graves (Dectina 1 y 2, CARD9).

Los invito, pues, a leer este comentario donde se mencionan enfermedades frecuentes como la onicomicosis y sus relaciones con el antígeno mayor de histocompatibilidad, o dermatosis exóticas como la tinea imbricata, que en nuestro país ha sido muy bien estudiada por Bonifaz, en sus aspectos micológicos, o sencillamente enterarse del árbol genealógico en la herencia de onicomicosis, elaborado inicialmente por Nardo Zaias, y que ahora en estudios en mestizos mexicanos se ha demostrado que el HLA-DR4 confiere resistencia y el HLA-DR8, susceptibilidad.

Estos conocimientos, y muchos otros, seguramente permitirán en el futuro mejorar las estrategias de prevención, diagnóstico temprano de muchas micosis y, por supuesto, su tratamiento específico y adecuado.

Roberto Arenas